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En este discurso Antenor Orrego nos demuestra su sentido de conciencia nacional que no quiere decir el da la violencia, la preocupación que la aqueja por el porvenir de su patria pues la historia de un pueblo lo  hace prácticamente los que trabajan en faenas cotidianas y los que estudian diariamente ya sea en escuelas o universidades y si éstas no están basadas en la justicia tendremos como fruto solamente una futura generación de corrupción.


Camaradas:


    Una vez más voy a articular ante vosotros mi humilde palabra. Cada día mi esperanza en vuestra grandiosa misión histórica se afinca con más fuertes, con más entrañadas estribaciones religiosas. El traba­jador representa junto con el estudiante el elemento revelador, transfor­mador y renovador del mundo. El obrero y el estudiante peruano,- ¡OH dicha nuestra!- no están desligados de esa vasta tragedia universal que a estas horas está consumándose en todas las latitudes de la tierra. Mientras el egoísmo nacionalista gesticula en los histrionismos de la violencia y de la fuerza, vosotros levantáis como bandera, turgiendo las bigornias de vuestros pechos, la más elevada, la más pura, la más heroica emoción de la justicia histórica.


    Nunca podré olvidar el consuelo que me disteis en aquellos días trágicos de 1924, cuando la metralla perforó el pecho generoso de cen­tenares de nuestros hermanos y cuando las cárceles y las persecuciones gravitaban sobre todos aquellos que teníamos hambre y sed de justicia. Entonces ví que nuestra raza amamantaba héroes, que nuestro pueblo expoliado y sufrido era capaz de parir un continente nuevo. Entonces, también, recogido en mí mismo, replegada mi fe, mi esperanza, mi corazón y mi cerebro, en uno de aquellos instantes divinos de luz en que el alma cargada de tragedia constata el dolor de la injusticia, juré con­sagrar toda mi vida, la significación entera de mi obra espiritual, al servicio del oprimido.


    No sé si mis capacidades puedan consagrarse con eficacia a este sacerdocio, pero sé que desde entonces llevo una estrella en el alma que alumbra mis acciones; que mi vida y la vida total del mundo tiene un sentido más profundo, más noble y más generoso.


    Hay una característica que nos revela el alto grado del hombre contemporáneo. Esta característica es su clarividencia histórica. Jamás el hombre ha estado más sumergido en la vida global del mundo. Jamás ha sido de modo más intenso y más pleno la antena sensible del sincronismo histórico. Este sentido luminoso de los acontecimientos y del porvenir, este sentido de sus responsabilidades históricas es quizás el rasgo capital de su espíritu.


    Pues bien, en nuestro país y en América, mientras las clases dominantes marchan como soterradas en el pasado, el obrero y el estu­diante asumen la máxima contemporaneidad, la máxima conciencia histórica de su época.


    Camaradas: os agradezco la benevolencia con que me habéis escuchado, con que me escucháis en todo tiempo. De todas las satisfac­ciones de mi vida intelectual las más bellas, las más puras, las más gratas a mi corazón serán siempre las que me habéis dado.


    Esta es, camaradas, nuestra salvación. Vivís en la historia y para la historia. Los ciegos de nacimiento que no son nuestros gobernantes, nunca sabrán agradeceros lo bastante. Las universidades populares de nuestro país con todas sus deficiencias, con todos sus enormes vacíos, con todas sus insalvables improvisaciones, son las únicas sedes de la conciencia histórica, de la íntima conciencia de la época.


    Antes de terminar quiero que me acompañéis vosotros a rendir un homenaje al creador de estos centros populares, al propulsor de sus actividades primeras, aquel muchacho valeroso que apenas desprendido de los senos maternos ya tenía una amplia, una generosa, una noble, una aguda conciencia histórica. Ya sabéis que me refiero a Víctor Raúl Haya de la Torre.


    Caso estupefaciente el de este mozo, por lo mismo que su indi­vidualidad de hoy es el resultado de una paciente, de una fatigosa, de una dolorosa depuración. Esto en su vida es un ejemplo de lo que puede una fuerte y una buena voluntad. Antes de librar la ruda batalla externa contra las tinieblas, el libró en sí mismo la trágica batalla contra sus propias tinieblas interiores. Antes de ser el conductor de los demás, el fue el conductor y el maestro de si mismo. Entre la sensualidad y la volup­tuosidad hedonística, por un lado, y el sacrificio, el don de si mismo y sus responsabilidades, por otro, él supo elegir y alcanzar el camino más áspero. Optó por el amor antes que por la voluptuosidad pero sabiendo con entera conciencia que el amor asume enteras responsabilidades.


    Camaradas, yo he visto la eclosión y el crecimiento de esta alma exasperada de justicia. Yo he visto las siete caídas y he visto también las siete elevaciones angustiosas. Yo he visto los desgarros lacerantes, yo he visto los sudores sangrientos, y he visto chorrear el dolor de este corazón disputado por las fuerzas del mundo y por las fuerzas del espíritu. Alma cargada de humanidad hasta su fondo más íntimo, alma sedienta de ascensión que ha subido paso a paso el Calvario hasta arribar a la cima de las claridades.


     Figuraos lo que sufriría y sufre esta alma en un ambiente de egoísmo reptante, en un ambiente en que rara vez vibró la entera, la desgarrada pasión de un hombre que se entrega a una fe. País de una cultura escéptica, irónica y desconfiada que no cree en nada ni en nadie. Sin embargo, la pasión de Haya ha vencido; la pasión de Haya está creando una fe colectiva, capaz de reconstruir nuestra agónica nacionali­dad. Este es su mejor galardón.
 
    Camaradas: os agradezco la benevolencia con que me habéis escuchado, con que me escucháis en todo tiempo. De todas las satisfacciones de mi vida intelectual las mas bellas, las mas puras, las mas gratas a mi corazón serán siempre las que me habéis dado.


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Instituto de Investigaciones Cambio y Desarrollo (CYDES). Antenor Orrego: Obras Completas  . Editorial Pachacutec. Primera Edición, Setiembre de 1995. Tomo V, pag. 167-169

 

Entrevistadora: Hoy 23 de Junio del presente año entrevistaremos a uno de los secretarios de Antenor Orrego, quien hoy nos concederá una entrevista el señor Juvenal Nique. Muy buenos días.

Juvenal Ñique: Yo quisiera hacer una pequeña aclaración no fui secretario, fui su amigo muy cercano y su compañero de ideales, ocupamos  cargos en diferentes status de las organizaciones políticas, pero de todas manera me enaltece  que me consideres secretario de Antenor Orrego.

Entrevistadora: ¿Cómo fue su relación con Antenor Orrego?

Juvenal Ñique: Nos conocimos en las inquietudes ideológicas y políticas. Antes lo había conocido en los afanes que él tuvo desde su juventud de volcar la cultura hacia las esferas populares. Recuerdo que lo conocí en famoso ateneo popular del barrio de la Unión de Trujillo, donde dictó una conferencia sobre Gonzáles Prada, ,me acuerdo el tema porque fue una exposición brillante que no la he vuelto a escuchar por segunda vez y sobre todo por los personajes que ahí estuvieron, ahí estuvo el secretario de cultura de esa institución, que era un líder obrero aunque les parezca raro, es el contraste entre un líder obrero y el cargo que desempeñaba pero se enfrascaba por ser un hombre extraordinario y un autodidacta singular, me refiero a Manuel Arévalo Cáceres, él lo presentó en esa memorable conferencia.

 

Entrevistadora: ¿Cómo fue que ingresó a trabajar con este digno personaje?

Juvenal Ñique: Primero porque yo me sentía atraído pro su pensamiento sobre todo por su conducta y era un hombre de pensamientos claros y de gran visión futura del país y del pueblo, él solía decir siempre: “Si nosotros queremos una nueva organización política, social y económica debemos de preparar al pueblo para que el pueblo la reclame, cuando el pueblo sienta la necesidad de una organización mejor entonces ahí estaremos con el pueblo tras ese objetivo noble que necesita el país, eso me cautivó y luego al poco tiempo me enrole en las filas del partido aprista que él lidero en estas regiones norte del país, estaba entonces yo muy joven, bastante joven, era estudiante de educación secundaria pero junto con otros jóvenes de la época, que yo los recuerdo y no los puedo olvidar, y junto con otros  maestros de esa época que tampoco los puedo olvidar y me voy a referir a dos de ellos, al doctor Nicanor Redondilla un brillante maestro no quiero decir profesor, me refiero al maestro con preferencia porque el maestro y el profesor como diría Antenor Orrego hay sus diferencias, el profesor puede ser un experto en su especialidad pero el maestro es aquel que penetra en la interioridad del alumno, lo estremece, sus facultades creadoras, el maestro decía Orrego: “Salvavidas”, el profesor puede tener las condiciones también que un maestro y entrega los conocimientos, el maestro además de los conocimientos puede salvar la vida de los jóvenes, todo esos criterios bueno invocados permanentemente me impulsaron a que yo me enrolara y también me sintiera uno de sus discípulos tal vez el mejor de todos de ese entonces.

 

Entrevistadora: ¿Cómo fue su desempeño en el ámbito laboral?

Juvenal Ñique: Bueno yo primero fui estudiante, luego trabajé, mis primeras actividades fueron en una escuela nocturna para enseñar primaria, en esa época me acuerdo que esa escuela nocturna funcionaba  en el centro cultural  y deportivo Vilis del barrio de Chicago, que ahora ah silenciado su nombre no sé porque pero tiene una trayectoria histórica, pues allí en ese centro cultural y deportivo Vilis del barrio de Chicago que tenía su local institucional en la calle Zela, que no recuerdo, yo enseñe en la escuela nocturna por espacio de 3 años y me apasioné y luego desempeñé otros cargos aparte de mis estudios como por ejemplo trabajé algún tiempo en el registro  de colegios de abogados de La Libertad y también desempeñé otros cargos, yo he sido, he desempeñado cargos docentes en el colegio Instituto Moderno de esa época que fue según mi criterio una institución que lamentablemente ha desparecido porque tuvo su  gran prestigio, sobre todo en las épocas que su director era el famoso catedrático universitario doctor Carlos Uceda Mesa y también la plana docente de aquella época el doctor Chavarri ,el doctor Segundo Gestrada José Gabriel del Castillo,  que eran a al sazón ilustres magistrados de la corte superior de justicia, ellos eran lo maestros nuestros en esa época, y le cuento una cosa que ahora parecería incontracentible el doctor Segundo de Gestrada , era profesor muy eficiente del curso de literatura para el tercer y cuarto año de secundaria y también era profesor de trigonometría, es decir tenía un dominio  por las matemáticas, había una concordancia entre las letras y las ciencias de manera que los alumnos de esa época no se nos era  difíciles hacer esa concordancia pues también nos agradaban las matemáticas y las ciencias, nos agradaba la literatura, yo me incline por la literatura y por eso cuando ya estuve en la edad de desempeñarme profesionalmente me gradué de periodista profesional en la universidad mayor de san marcos, de manera que yo soy periodista profesional, que he desempeñaba cargos docentes si, que he trabajado además en la escual normal Uceda Mesa, que he trabajo también en la famosa esuela normal Superior Indoamerica de gratísima recordación que fue creada de la que yo fui cofundador que fue creada precisamente para formar  a los nuevos educadores de la región norte del país y porque no hablar de la futura punta de lanza para promover la formación del magisterio nacional, porque habían planes de ese calibre, de ese valor y quienes estaban ahí, quienes crearon en nosotros esa famosa escuela Indoamerica, el doctor Salvador Lara, a quienes les decía en una  forma muy risueña el sarmiento peruano, porque el mantuvo por diversos lugares de La Libertad y del muelle del chicama, de tanto correr, con anexos del colegio San Juan primero y luego de independizarlos como colegios, antes no había en el valle chicama ni en los distritos de grado de primaria, en el valle de chicama no había hasta entonces un colegio de educación secundaria  pero la labor pues recogiendo el mensaje de Antenor Orrego de llevar la cultura hacia el pueblo  y sobre todo para orientar a los trabajadores cañaveleros del valle chicama y Santa Catalina para fundar un colegio de educación secundaria en esos lugares donde no existian.

 

Entrevistadora: ¿Tuvo alguna relación laboral con Antenor Orrego?

Juvenal Nique: Bueno la relación con Antenor Orrego fue de carácter ideológico y cultural, al él lo consideramos un maestro de maestros y solíamos nosotros tener comentarios los sábados y domingos, pero ya cuando él fue Senador de la República en 1946, y cuando también fue no solamente fue senador de la república sino rector de la universidad nacional de Trujillo, los sábados por la noche y los domingos la atardecer teníamos conversatorios sobre la misión del periodista, de él recogimos este gran mensaje que dice: “El periodista, el periodismo el decía es tribuna y es trinchera; es tribuna para orientar culturalmente y llevar los mensajes a la colectividad peruana y es trinchera para defender los grande ideales adoptando todos los riesgos que pudieran correrse para cumplir una misión de carácter apostólico solía decirse, entonces yo me desempeñe como periodista en ese entonces antes lo había hecho en tiempos de persecución política, porque yo fui redactor del diario CHAN-CHAN, del semanario CHAN-CHAN de la época que salía clandestinamente, en la época en que los apristas eran perseguidos a muerte por los tiranos de turno, pero después en 1946 cuando ese CHAN-CHAN clandestino surge como diario para venderse equilibradamente , yo asume también un cargo en la plana  de redacción del diario y lo sábados y domingos en la noche solíamos tener un conversatorio de cultura general, lo que después Haya de la Torre lo llamó coloquios, pero nosotros lo hacíamos en pequeño, en el grupo de redactores del diario y algunos alumnos de la universidad, o sea que  eso fue mi participación cercana a Antenor Orrego y después yo fui dirigente del Partido Aprista, que él conducía clandestinamente para toda la región norte del país, en esas andanzas estuve yo con  mi juventud acuestas y esa carga inebiológica que  yo la considero necesaria para el hombre que quiere renovarse la mantengo hasta hoy, y ahora cuando tengo canas y estoy terminando mi ciclo vital pero estoy tranquilo y ya perdido a actualizarme cada día como él lo quiso y con él estuve en un mismo centro de persecución, en un mismo refugio y después con él por esas coincidencias del destino me tocó ocupar el mismo lugar de repunción, en la penitenciaria de Lima.

 

Entrevistadora: ¿Cómo fue el trato de Orrego con  su persona?

Juvenal Ñique: Muy amable, muy amable. Orrego no, usted lo miraba  y tenía un rostro tan cristiano, que inspiraba no sólo confianza sino una atracción natural, nunca lo vi molesto, nunca supo del resentimiento, nada del odio, del desprendimiento mucho porque en 1931 cuando las masas lo propusieron como candidato a la diputación de Trujillo,  él no declinó y acepto, y ahora son otros fueron los que figuran en las primera célula apristas de aquella época de 1931, Orrego acepta en 1946, cuando lo eligen senador de la república, pero antes de eso  cuando el golpe de estado de Sánchez Cerro y luego Sánchez Cerro deja encargo  y se forma un gobierno transitorio, lo nombran a él  representante de las instituciones del norte miembro de ese gobierno  transitorio y él no acepta, declina, nunca aceptó, porque él solía decir esos cambios tienen que ser desprendidos y la soberanía popular, es decir el pueblo soberano, mediante el voto secreto y universal.

 

Entrevistadora: ¿Se sentía a gusto de trabajar a lado de Antenor Orrego?

Juvenal Ñique: Sí, por supuesto. Después nos hemos reunidos muchas veces, casi siempre, a mí me trataba con mucho cariño y me trataba con mucho afecto, yo también tenía un acercamiento casi familiar.

Entrevistadora: ¿Le hubiera gustado seguir trabajando a su lado?

Juvenal Ñique: Claro, lamentablemente el muere en 1960, todavía con sus energías plenas pero peor me hubiera gustado. Él era un hombre extraordinario, él era un escritor de fundo, como usted debe saber, primero Notas Marginales y Monólogo Eterno. Notas Marginales fue en la primera obrita que el publica, y recuerdo haber leído una carta que le escribe César Vallejo a  Antenor Orrego, cuando le dice he leído tu libro y ha producido en mí un estremecimiento tremendo, de obra, de mensaje, y debo decirle ahora que con Antenor Orrego y César Vallejo tuve una amistad entrañable, uy eran grandes amigos, pero hablar de la amistad de Orrego y César Vallejo nos llevaría mucho tiempo, porque eso podría ser una entrevista muy concreta, porque ninguno de los biógrafos de Vallejo y de Orrego hasta lo que yo conozco han tocado a profundidad esa gran amistad entre dos géneros, le género de la poesía universal, César Vallejo y el gran filósofo de América, Antenor Orrego Espinoza.

Entrevistadora: ¿Qué anécdotas podría rescatar de su relación con Antenor Orrego?

Juvenal Ñique: Bueno una serie de anécdotas, que se relacionan algunas conmigo y que yo no quisiera tratarlas, las trataran otras personas que también conocen sobre estos asuntos, pero que muy extrañamente hasta ahora todo  lo que he leído escrito por él, no se remedia a esto que es esencial, la amistad de dos géneros y entre esa amistad de dos genes aunque sea en una pequeña parte, las anécdotas que ha pasado Antenor con los jóvenes de la época, que son anécdotas colecionantes, que son anécdotas que dejan tradición para el futuro y para lo jóvenes, todas ellas relacionadas con el ética, con la moral, que tanta falta a estos tiempos para orientar a las promociones juveniles, porque yo soy de los que piensan que si vivimos en una sociedad en crisis es porque vivimos en la crisis del hombre y si vivimos una familia en crisis, es porque vivimos y sufrimos la crisis del hombre, necesitamos para el Perú, para América y para el mundo un hombre nuevo  y ese hombre nuevo solo lo alcanzaremos sólo cuando se realice, la verdadera revolución de los espíritus, me refiero al espíritu humano al espíritu del hombre, ay que renovar claro, revolucionariamente sí pero empecemos por nosotros.

Entrevistadora: Muchas gracias por habernos concedido esta entrevista.

Juvenal Ñique: Vénganse cuando quieran.

Divierte comprobando tus conocimientos adquiridos sobre la amistad entre Haya de La Torre y  Antenor Orrego mediante:

       

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Hoy viernes 23 de junio entrevistaremos al biógrafo Elmer Robles Ortiz, quien nos concederá una entrevista proporcionándonos algunos datos sobre Antenor Orrego.

Entrevistadora: Buenos días.

Elmer Robles Ortiz: Buenos días.

Entrevistadora: ¿Nos podría dar algunos datos sobre la personalidad de Antenor orrego?

Elmer Robles Ortiz: Antenor Orrego Espinoza, nacido en la Hacienda Montán, del distrito de Lajas, en la provincia de Chota, departamento de Cajamarca, es una personalidad multifacético. Él fue un filósofo, un educador, un escritor, un político y un estudioso de la problemática peruana y latinoamericana. Según los poetanos y personajes que lo conocieron, Orrego era un hombre lleno de un sentimiento humano que orientó a jóvenes, estudiantes y profesionales, un hombre de una mentalidad abierta, muy modesto, una característica sumamente común y corriente, no obstante su inteligencia por portentosa lo cual justamente por su modestia se ve segura la figura gigante de Antenor Orrego. Todos lo han considerado un amauta,  es decir, un maestro distinguido; no un profesor común y corriente. Una personalidad que infundía ánimo, entusiasmo, orientaba a todos quienes acudían a él.

 

Entrevistadora: ¿Cómo participó Antenor Orrego en el llamado “Grupo Norte”?

Elmer Robles Ortiz: Orrego fue mentor del Grupo Norte, fue un guía del Grupo Norte, en forma conjunta con otro coetáneo que era de la sierra de Piura, que vino a la ciudad de Trujillo desde Huancabamba, José Eulogio Garrido. Los dos orientan el Grupo Norte. Orrego señala las grandes direcciones del pensamiento.

Este grupo era un grupo informal de reuniones amicales, todos ellos jóvenes estudiantes universitarios que desarrollaron en diferentes actividades, pero por sobre todo les gustò la lectura grupal, conjunta en una de las casa de ellos, a veces en la casa de José Eulogio Garrido, otras veces tenían veladas artísticas de carácter musical y de poesía en la casa de Daniel Ahíle, la llamada casa hacienda que hoy se ubica justamente en la calle Daniel Oler paralela con Santa. También se reunían en las ruinas de Chan-Chan, en las playas de Bueno Aires, de Huanchaco y en los alrededores de Trujillo, en el campo; en todos estos lugares ellos conversaron de literatura, de filosofía, de arte, del desarrollo cultural del mundo; ellos en cierta forma estaban más al día que la mayoría de sus profesores, recibían libros, revistas, periódicos de Lima y del exterior no sòlo en español sino también en francés, varios de ellos además del español hablaban algún otro idioma particularmente el francés y también el inglés. Orrego daba los grandes directrices y después los publicaban en estos grandes, no era un grupo bohemio dedicado al licor, dedicado a la juerga, sino era un grupo dedicado al estudio, desde luego como todo joven también tenían sus reuniones en las que compartían un almuerzo, una cena, un chocolate, un té y desde luego también tomaban vino; pero no eran un grupo de lujuria en la que predomina los viernes por las noches o sábados por las noches estar en las discotecas, de ese tipo no. Y se iban a estas ruinas de los alrededores de Trujillo y del valle Chicama y observaban la naturaleza, la problemática social, el ambiente cultural, todo esto influyó en la personalidad de estos jóvenes.

 

Entrevistadora: Usted mencionó que Antenor Orrego influyó bastante en la Literatura ¿Cuáles fue alguno de los aportes significativos que dio este personaje?

Elmer Robles Ortiz: Orrego, es en verdad, el descubridor del género poético de Vallejo, en el grupo no se conocieron Orrego y Vallejo desde el comienzo, eran alumnos universitarios, no obstante que la Universidad Nacional tenía pocos alumnos; pero no se conocían Orrego y Vallejo. Vallejo era compañero de estudios de Víctor Raúl Haya de la Torre, por ese tiempo todos escribían poesía así como ocurre en un momento de la vida de ustedes siendo escolares, unos destacan unos màs que otros. Un día Vallejo le muestra algunos poemas a Haya de la Torre y le pide su opinión y Haya de la Torre le dice que eran poemas extraordinarios, pero prefería que la opinión la diera su amigo Antenor Orrego, que era estudiante universitario de la facultad jurisprudencia o derecho y también periodismo. Muy bien, entonces Orrego recibe el recado y tiene una cita con Vallejo. Vallejo era dos veces mayor, había nacido en marzo y Orrego el 22 de mayo de 1892. Pero Orrego se convirtió en verdad en mentor no sòlo del grupo sino en particular de Vallejo, podríamos decir que Orrego fue el maestro de Vallejo fuera de las aulas y eso poco se conoce entre los escolares y los estudiantes universitarios. Orrego comenzó a orientar a Vallejo y Vallejo acudía a las citas y sobre todo a la primera casi con una timidez lo que apunta de algunos alumnos frente a un jurado decisivo en un examen particularmente cuando van a  sustentar su tesis y lo sienta adelante y Vallejo cumplió todas las indicaciones de Orrego: deja de lado la imitación de los poetas europeos y españoles, sé original, único, inconfundible, que tu propio ser sea la expresión de tus poesías. Y le dijo esto no, deshecho, descartó muchas poesías, y separò unas cuantas y Orrego las publicó en sus órganos de expresión que tenía: periódicos y revistas. Y después de algunos meses de regresò de su tierra, Vallejo le cuenta a otras poesías a Orrego y le dice sì, ahora sì estàs en la línea, continùa en esta orientación. Cuando aparece los Heraldos Negros fue saludado por Orrego, y justamente Orrego es el autor del prólogo famoso a Trilce y que la mayoría de las poesías se ha mutilado, es decir, Trilce aparece sin el prólogo de Orrego, ahí intenciones que no son del bagaje cultural se ha omitido a orrego y ahí  anuncia al mundo poético de la aparición del genio de Vallejo. Sin embargo, en las veladas del grupo Norte, sobre todo en 1915 – 1916, a raíz de la muerte del poeta nicaragüense Rubén Darío, ellos celebran digamos le rinden homenaje no a la muerte sino a la creación genial del poeta nicaragüense; pero al mismo tiempo Orrego en un ágape con mucha seriedad ante el grupo de amigos se pone de pie, pronuncia un discurso en que también pronuncia el genio poético de Vallejo, allí el proclama a Vallejo no sólo como poeta igual a Darío sino superior a Darío anunciando su genio poético cuando aún no se habían publicado sus grandes obras eso fue entre amigos y coronan a Vallejo y confeccionan una coronan de flores naturales, espontáneas, del restaurante donde se encontraban y coronan a Vallejo y le dice yo te proclamo a ti poeta entre nosotros que eres un genio y Vallejo también pronuncia un discurso…todos recitan poemas de Darío, todos ellos, Haya de la Torre también  pronuncia poemas de Darío y celebran eso con su chocolate y con sus aplausos.  Es un episodio muy interesante que ustedes deberían conocer, porque eso casi no hay en las obras de Orrego y Vallejo. Eso está en una carta escrita desde la embajada de Colombia donde se encontraba asilado durante más de cinco años Haya de la Torre, él escribe esta carta y la envía al maestro Luis Alberto Sánchez y le narra como fue esa escena. Deberían ubicar esa carta que se encuentra en Correspondencia de las Cartas entre Luis Sánchez y Haya de la Torre que son dos tomos, en uno de esos tomos van a  encontrar esa carta que es preciosa en la que se hace el vaticinio del genio poético de Vallejo por Antenor Orrego. Le recomiendo que busquen ese texto que incluso creo que para ustedes sería algo muy importante APRA los propósitos que están persiguiendo con este recurso sobre Antenor Orrego. Pero la pregunta fue cómo influyó, pues bien no sòlo en Vallejo sino en todos los demás poetas, Orrego también escribió el prólogo del libro de la Nave Dorada… ¿Sabe qué es el libro de la Nave Dorada? Es el principal poemario del poeta Alcides Spelucín, un ascopano que era miembro del grupo, es otro poeta peruano poco conocido, ignorado por muchos de los genios de nuestro país; Orrego mismo ha sido pospuesto por largos años, esta Universidad que lleva su nombre es podríamos decir uno de los elementos con el que se reivindica su nombre y más importante que el monumento que está en la entrada, que ya es un homenaje físico al maestro, esta Universidad es un monumento viviente porque lo confirman estudiantes y profesores que es un homenaje a Orrego. Entonces él da grandes ocupaciones a muchos personajes. También al poeta Elois Espìnoza, un poeta del Grupo Norte, y le da la bienvenida a una de sus obras que se llama Fogatas, que también es un poemario desconocido y a todos les da su impulso. Y escribe sobre todos ellos y sobre otros personajes e intelectuales del quehacer nacional de aquellos años.

 

Entrevistadora: ¿Entonces aparte de la relación profesor -  alumno, Orrego con vallejo, tuvo alguna relación amical con él?

Elmer Robles Ortiz: Muy estrecha, muy íntima, muy cercana. Orrego tiene un libro que se titula mi encuentro con César Vallejo, escrito después de la muerte de Vallejo y publicado en forma póstuma, después de la muerte de Orrego. Ahí él explica como conoció a Vallejo, relata como le orientó, y dice también sobre el trato que tuvieron, todo está publicado en esa obra; aparte hay otras cartas de otros autores. Fue tan profunda la amistad que como sabes ustedes que Vallejo a raíz de los sucesos en Santiago de Chuco del incendio que produjo el saqueo de una tienda comercial cuyo proceso policial y judicial estuvo Vallejo involucrado injustamente lo cobijó, es decir, le dio un escondite y ese escondite fue la humilde casita  de campo alquilada, no propia que tenía Orrego en Mansiche en medio de una chacra, frente a la iglesia de Mansiche, frente a la iglesia que tiene la Plazuela de los Papas, en el frente ahora hay casas, y había un terreno , en ese terreno había una casita rústica, la llamaban “El Predio”, ahí vivía Orrego y ahí tuvo durante varias semanas y meses escondido a Vallejo, prófugo de la justicia y Orrego lo relata con una espontaneidad hasta el punto que dice “… dormíamos en el único dormitorio de la casita en camas separadas…”

Y ahí tuvo Vallejo el primer delirio sobre ese poema que después tanto se ha publicado y tanto se conoce que en verdad es la expresión del propio delirio y es la continuación cuando dice: “…me moriré en París jueves santo será y con aguacero…”; en ese dormitorio se despertó súbitamente vallejo, despierta a Antenor, porque le dice que había visto en otro lugar, con una mujer extraña, que se ha visto en otros paisajes, que él nunca ha estado y le dice “…creo que me estoy alocando…”; Orrego lo quiere calmar, conversan, toman café y ya no durmieron. Eso demuestra la relación tan cercana que tenían. Desde esa casito Vallejo tuve que venir a ver a sus abogados por el proceso que tenía y en la casa del abogado o en el estudio del abogado, lo tomaron preso a Vallejo y ya no regresó a la casita de Orrego sino que fue para la cárcel y el primero en visitar a Vallejo en la cárcel fue Antenor Orrego. Y él también encabeza una petición nacional a los intelectuales pidiendo la libertad de Vallejo. Algo más Orrego tenía la intención de viajar a Europa, de ir a Paris con su sobrino Julio Gálvez Orrego, Orrego trabajaba como periodista y tenía algunos dinero que iba ahorrando  y quería viajar a Europa pero como Vallejo estaba con problemas prefirió compartir el viaje que el iba a realizar con su sobrino, que lo hiciera Vallejo con su sobrino Julio Gálvez Orrego. Eso es una muestra de desprendimiento y de profunda amistad ándate con mi sobrino, yo ya no me voy. El poco dinero que había entre Julio Gálvez había juntado algo mas lo compartieron entre los dos y allá en Europa siempre se acordaba Vallejo de Orrego y Orrego de Vallejo. Además cuando funda Orrego el diario el Norte, Vallejo que se encontraba en Europa es el corresponsal del Diario el Norte y es una forma en que ayudan a Vallejo económicamente, el director y todos los miembros del diario, con algún dinero para que se pueda mantener en Paris.

 

Entrevistadora: ¿Y cuál fue la relación entre Orrego con Haya de la Torre?

Julio Gálvez Orrego: Bueno ellos se conocieron en el colegio Seminario, osea, desde adolescente fueron amigos. En el colegio Seminario estudiaron Víctor Raúl Haya de la Torre, Antenor orrego, Alcides Spelucín, José Eulogio Garrido, entre otros miembros del grupo Norte y luego hubieron otros jóvenes que se incorporaron como Francisco Xandóval; Vallejo no estudiaba ahí en el Colegio Seminario. En algunas partes aparece que se conocieron en el Colegio Seminario, pero no. Yo he hecho corregir un error que incluso aparecía con mi nombre como si yo fuese el autor de eso y yo nunca voy a decir que Vallejo estudió en el Colegio Seminario, he visto y hice esa corrección; hasta en Internet ha habido un error donde me citaban a mi. Entonces donde se conocen Haya de la Torre y Orrego, en el Colegio. Y hay una anécdota, no se si la conocen esa anécdota jugando a las bolitas. Bueno, Orrego era 3 años mayor que Vallejo, Orrego era de 1892 y Vallejo era de 1895,  se encontraba Orrego jugando en el patio del Colegio Seminario aquí en la calle Gamarra donde queda ahora en momentos de recreo aparece un grupo de niños de menor edad corriendo en el patio como ustedes juegan también a la hora de recreo y pasan por en medio del campo de juego el grupo de Orrego estaba con su tirachas con las bolitas que sirve para  golpear las bolitas listos para ser su disparo pasa toda velocidad  ese grupo encabezado por un niño ágil veloz llamado Víctor Raúl Haya de la Torre y dispersan las bolitas ellos reaccionan y se van de tras de los infractores especialmente de Haya de la Torre al verse perseguido el avanza y va delante de uno de los sacerdotes franceses que eran profesores y los que dirigían el colegio también habían profesores laicos pero el colegio Seminario estaba a cargo de los padres de las aristas francesas y el sacerdote había visto la escena y le dice tú señalando a Orrego serás tú maestro refiriéndose a Haya de la Torre y refiriéndose Haya de la Torre con relación a Orrego y tu serás el conductor de tu pueblo. Lean eso se encuentra en la biografía de Haya de la Torre escrita por Felipe Cosia del Pomar pintor, historiador piurano el libro se llama, hay dos ediciones, una se llama Haya de la Torre  el indio americano y la otra se llama Víctor Raúl biografía de Haya de la Torre, allí relata esta escena. También está en el V tomo de las Obras Completas de Antenor Orrego una colección de libros de carátula amarillos, seguramente ustedes ya la han visto y ahí también va a encontrar, lean ahí lo que dice Felipe Cosio del Pomar, ahí relata la anécdota. Bueno, las cosas estaban dispuestas como el Padre les había dicho, terminada la educación secundaria por su inteligencia, por su cultura fue nombrado  de inmediato profesor del Colegio Seminario, en calidad de asistente en el curso de Inglés y entre los niños se encontraba Víctor Raúl Haya de la Torre, la primera parte de la profecía del sacerdote se cumplió. Transcurren los años y el doctor es un dirigente universitario, dirigente político se convierte en  conocido político por todos los peruanos se cumple también la expresión de vallejo con relación a Haya de la torre  ya estudiantes universitarios participan en procesos seleccionarios su grupo se enfrento al grupo que siempre ganaba que era el grupo que contaba con el apoyo del gobierno y van a celebrar el triunfo de estos estudiantes y vallejo levanta su copa y le dice  Haya de la Torre  brindo por ti pichón de cóndor  joven además el perfil de Haya de la Torre es el perfil de un antiguo peruano la nariz ligeramente curvada brindo por ti pichón de cóndor y digo que  volaras alto alto muy alto eso lo encuentran en la obra” itinerario del hombre” biografía de cesar vallejo por Fany Espejo Asturrizaga un miembro del grupo norte y también lo encuentran en las biografía de Haya de la Torre y esto también se cumplió porque Haya de la Torre fue un personaje importante como ustedes saben para muchas organizaciones internacionales el peruano del milenio y Antenor Orrego fue declarado  el intelectual del milenio esa fue la relación que tuvieron siempre muy amical y fraternal.

 

Entrevistadora: ¿Ud. A escritos algunas obras de Antenor Orrego?

Bueno mi libro las ideas educacionales de Antenor Orrego publicado por motivo del primer centenario del nacimiento del maestro por la Universidad Nacional de Trujillo en 1892 y tengo una obra en donde en la que somos autores varios profesionales publicada por el congreso de la republica se llama Antenor Orrego modernidad y unidad continental es una obra que tiene muchos autores yo soy uno de los muchos autores publicada por el congreso de la republica.

Si tuviera vivo yo le diría maestro estos jóvenes quieren escucharlos a usted ciernen conocer su mensaje porque están ávidos de su orientación como usted a orientado a Vallejo y a tantos celebres peruanos sobre todo en estos tiempos que los jóvenes leen poco mas que  la biblioteca les gusta las discoteca la palabra de usted será indispensable porque siempre señala rumbos, señala direcciones y yo le diría que con esa maestría de siempre continué educando por el periódico, la revista, mediante la conferencia mediante  el discurso que fueron los principales medios porque Orrego en las aulas estuvo poco tiempo el fue sobre todo un maestro sin aulas pero maestro mas que profesor y que  ilumine con su pensamiento no solo al Perú sino a América que el llama Indoamerica por cuya integración o judificacion abogo tanto y que  le diga algunos gobernantes que se apartan de organismos integracionistas que rectifiquen su rumbo como ocurre con Venezuela cuyo presidente ha ordenado que  su país se aparte de la comunidad andina que se queda con 4 miembros y que le diga a todos los gobernantes de América latina, los estudiantes, a los productores, a los microempresarios, a los dirigentes de todo  tipo que aboguen  y que  consiga la conformación de los estados unidos de América Latina desde México hasta cabo de hornos porque todos somos hermanos, alternos con los mismos problemas que debemos buscar las soluciones conjuntas, porque el mundo de hoy es un mundo donde se forman grandes errores y los países que se quedan errados perecen, entonces para no perecer tenemos que agruparnos y le diría que siga abogando por  es integración de América latina.

 

 Entrevistadora: Bueno muchas gracias  por la entrevista, por su tiempo, y por ayudarnos a conocer más datos sobre este personaje.

Elemer Robles Ortiz: Que salga bien todo en lo que ustedes están buscando.

Divierte comprobando tus conocimientos adquiridos sobre la amistad entre César Vallejo y  Antenor Orrego mediante:

       

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