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Este poema es un significativo elogio a Trujillo, que demuestra la admiración de Antenor Orrego a nuestra ciudad, haciendo énfasis a su historia, tradición y cultura. El poema “Trujillo " de Orrego apareció inicialmente en: APRA No. 1, Lima, Enero de 1933.

¡TRUJILLO!

La gran campanada epopéyica de tu nombre resuena por todo el continente.

En tus entrañas, durante un siglo, el dolor de tu raza se dramatiza hasta la tragedia; se repliega sobre sí mismo y acecha el instante preciso para convertirse en Martirio.

¡TRUJILLO! ¡TRINCHERA!

Ya eres la barricada de la Revolución. Ya eres la coraza contra la Tiranía. Ya eres el Atalaya de la Libertad.

Ya eres el Semáforo de la Justicia.

Ya eres la leyenda, el Mito y la epopeya del Porvenir.

¡TRUJILLO! ¡7 DE JULIO!

Ya se trazó la línea de fuego que es como una ascua encendida para el calcaño del Déspota.

Ya se rompió el broche cabalístico de la Colonia.

Ya se desvaneció el hechizo deslumbrador de la Conquista. La gorguera, la espada y las botas de Francisco Pizarro ya no empañarán la Crueldad, la Insolencia, la Explotación y la Tiranía del Civilismo.

Ya el Perú podrán mirar, cara a cara, la faz simbólica y legendaria del Padre Atahualpa.

El viejo Manco ha hundido, nuevamente, su venablo de oro en los senos de tu gleba.

El esforzado Pachacutec ha vibrado, otra vez, de coraje frente ¿{ las murallas heroicas de Chanchán y ha visto que los golpes constructores de su maza no han sido vanos para su estirpe.

¡TRUJILLO, YA REHICISTE LA HISTORIA!

Con la sangre de tus mártires y con el brazo de tus héroes has fundido, nuevamente, el eslabón de tu progenie

que se rompiera en Cajamarca.

¡COLONIA! ¡PADRE VALVERDE!

Durante cinco siglos tenebrosos habéis traicionado a nuestra raza y a los grandes destinos de América. Pero en Trujillo ha vibrado la trompeta de la Liberación

y la Historia se hizo Leyenda, el episodio se trocó en Mito y el combate se convirtió en Epopeya. Tahuantinsuyo, extraviado y perdido en el dédalo oscuro de la Colonia, te has vuelto a encontrar; te has puesto, frente por frente, al gran espíritu de tu raza.

EL SIETE DE JULIO DE 1932

¡Muertos gloriosos de Trujillo, sangre heroica y prolífica la vuestm, semilla fecunda que hace próvidos los surcos de la LIBERTAD y de la JUSTICIA SOCIAL, recibid la impetración de vuestros herrn;v nos que están todavía sobre la línea de combate!

¡Muertos gloriosos y luminosos de Chanchán, saludad la gran sombra de Pachacutec y decidle que su raza está. despierta

y que su espíritu se reencarne en el próximo gran combate de la VICTORIA!

¡Salve, por los Siglos de los Siglos, Muertos Gloriosos de Chanchán y de Trujillo!...

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Alcantara La Torre, Mariano. Arte y Revolución Trujillo 1932. Editorial Secogensa. Primera Edición, 1995.

Instituto de Investigaciones Cambio y Desarrollo (CYDES). Antenor Orrego: Obras Completas. Editorial Pachacutec. Primera Edición, Setiembre de 1995. Tomo V pag. 94 - 96

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